Y en los hogares maldecidos,
El agua corre sucia por los dedos,
Y el viajero fotografía, feliz,
Inmortalizando la escena enlodada,
Para no olvidar al niño que reía tristemente entre los palos,
Ese niño que engañándose a si mismo, se alegra con sus juegos,
Entre el barro.
Y la oscuridad se interrumpe por una luz desconocida,
Una fuerte luz fugaz,
Que ilumina momentáneamente las vidas,
Interrumpe el trabajo incesable de la tierra,
Y encandila los ojos ansiosos.
¿Quién ayuda a esta gente?
Deseosa de igualdad, deseosa de oportunidad,
Al igual que yo,
Al igual que todos,
Al igual que todo aquel que debe vivir para trabajar,
Y trabajar para vivir.
Moriré esperando la mano divina,
Enloqueceremos buscando al verdadero Mesías,
Imperfectos somos, e imperfectos seremos.
¿Acaso Dios no castiga al rico y levanta al pobre?
¿De que sirve el escarmiento póstumo si uno vive en vida?,
No necesitaré comer en el cielo, ni vestirme en el infierno,
¿Para qué entonces esperar el juicio?
Será mejor hacer justicia yo mismo,
Contra ese intruso fotógrafo, contra el rico, y contra Dios.
El agua corre sucia por los dedos,
Y el viajero fotografía, feliz,
Inmortalizando la escena enlodada,
Para no olvidar al niño que reía tristemente entre los palos,
Ese niño que engañándose a si mismo, se alegra con sus juegos,
Entre el barro.
Y la oscuridad se interrumpe por una luz desconocida,
Una fuerte luz fugaz,
Que ilumina momentáneamente las vidas,
Interrumpe el trabajo incesable de la tierra,
Y encandila los ojos ansiosos.
¿Quién ayuda a esta gente?
Deseosa de igualdad, deseosa de oportunidad,
Al igual que yo,
Al igual que todos,
Al igual que todo aquel que debe vivir para trabajar,
Y trabajar para vivir.
Moriré esperando la mano divina,
Enloqueceremos buscando al verdadero Mesías,
Imperfectos somos, e imperfectos seremos.
¿Acaso Dios no castiga al rico y levanta al pobre?
¿De que sirve el escarmiento póstumo si uno vive en vida?,
No necesitaré comer en el cielo, ni vestirme en el infierno,
¿Para qué entonces esperar el juicio?
Será mejor hacer justicia yo mismo,
Contra ese intruso fotógrafo, contra el rico, y contra Dios.
me agradó mucho más este título... lo cotidiano re aparece siempre en tus textos.
bonitas imagenes
Huau, fuerte el poema y es tan cierto. ¿Qué hacer entonces qué? Hermano con hermano se preguntaban.. como dicen en la cantata.
Me parece una buena iniciativa, aparte del diseño del blog que está muy bueno, leí un par de poemas y me parecieron geniales.
Sigan no más y estaré leyendo.
DANI